El ornamento y la búsqueda de la belleza (Reflexiones sobre el ornamento, Parte 2 de 7)
- Dasha Sánchez Maximova
- 30 dic 2015
- 1 Min. de lectura
Funciones culturales del ornamento
Complementario al artículo Crítica al minimalismo, reflexiones sobre el ornamento.
La búsqueda de la belleza está implícita en todo diseño ornamental, no se la puede separar del resto de sus funciones, pues está irremediablemente ligada a él, siendo su ocupación intrínseca.
Fig. 1: Vermeer Johanes / La joven de la perla, s.XVII.
La belleza es una noción abstracta y relativa, un sistema de signos que forman parte de la cultura y que dependen de unos códigos sintácticos y semánticos socialmente establecidos, es decir del significado de los elementos y su interacción con otros.
El concepto de belleza puede aplicarse a una infinidad de aspectos, tanto en el uso de la palabra, como en la música, en un paisaje o en la contemplación de otro individuo. Pero aplicada al diseño de formas, es una percepción sensorial que busca provocar placer, satisfacción, reflexión o deseo en quien la contemple, y por tanto no existe por si misma, sino que debe ser percibida para existir.
El ornamento no es ególatra, no busca apropiarse de la belleza para convertirla en una propiedad privada, por el contrario vive a gusto dentro de un sistema, resaltando las condiciones que hacen bella la cosa a la que adorna. El ornamento vive cada vez que es ignorado, cada vez que su existencia individual se anula para que el objeto central sea quien se lleve los aplausos. Como el arete que cuelga sutil de la oreja de la joven, no es la joya, es la joven.
Ensayo académico
Extracto de tesis de Licenciatura en Diseño Bs. As. 2013 / © Edición especial para Sinergia Lab Quito:2016
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