VENEZUELA, CÓMO DUELE VENEZUELA
- Pedro Avendaño Garcés, PhD
- 10 abr 2017
- 4 Min. de lectura
Cómo duele Venezuela caída en la más infame de las mordazas que golpean la cara de una democracia silenciadas por las consignas que otros levantaron en un tiempo ido y que siendo plenamente vigentes, no justifican lo que ocurre en ese país que recogió a tantos sin patria en los tiempos heroicos de la resistencia a las dictaduras del Cono Sur. Duele porque hay hambre, porque no hay medicinas, porque no hay educación…duele porque hay miedo y amenaza, duele porque el poder coapta a los vulnerables y juega con sus luchas por una vida digna y las pone al servicio de un Estado que ya no es de todos sino de algunos. En Venezuela, como algunos otros países de América Latina, se ha confundido convenientemente el Estado con el Partido de gobierno y al levantar la sutil línea que separa a ambos, se cruza una frontera que debilita el orden constitucional para entregar paulatina, pero progresivamente el poder a un grupo de elegidos y éstos, en nombre de la Patria, concentran el mandato que el pueblo algún día les entregara. De esa manera, se engendra esta clase de nuevas dictaduras, en el que solo Uno sabe cuáles son los destinos de millones de personas. Uno todopoderoso que alienta para sí, que reclama para sí el Estado hasta que él mismo Es el Estado. Cuán lejos y cuán cerca está Trujillo, creíamos que había muerto, pero resucita en Venezuela, en Nicaragua, en Bolivia, en Argentina, en Ecuador y todo comienza. Las Repúblicas son refundadas, las voluntades compradas y las revoluciones se transforman en una parodia. Pienso que las democracias de América Latina nunca fueron ni son perfectas, la pobreza, la exclusión, la violencia, la conculcación de derechos, la enorme brecha entre quienes tiene todos los beneficios del desarrollo y los que ni siquiera son nombrados, es abrumadora; sin embrago, siendo todo lo imperfectas siempre dejaron y dejan espacios para las transformaciones sociales, para las luchas sociales, para las libertades individuales y colectivas y sobre todo, es posible plantearse diferentes visiones sobre aquello que afecta a lo que llaman el pueblo.
Obra de Cristobal Rojas, pintor venezolano (1857 - 1890)
En Venezuela se ha producido un golpe de estado, una fracción de poder judicial se arroga poderes por sobre la Asamblea electa en las urnas por eso que llaman pueblo, pero cuando ese mismo pueblo, en la expresión de las mayorías, dice no quiero más, basta!, fuera!, ya no es pueblo, se transforman en canallas, en parias, a los que hay que reprimir, encarcelar y matar. Maduro se parece a Trujillo como lo pareció Chávez y otros más. El Dictador de República Dominicana enviaba mensajes todos los días por radio, un programa que se transmitía entre las cinco y las ocho de la mañana, allí algunos s enteraban de su buena suerte ante el personaje y a otros se les era anunciada su desgracia, todo ello envuelto en un alegre paquete musical, como si nada, una pequeña inyección casi inocua, pero potente como la espina en un dedo. Así fueron asesinadas las hermanas Mirabal…Desde Chávez en adelante, bajo el lema de informar sagradamente a los mandantes lo que hace su gobierno, se ha sucedido los programas radiales televisivos, bajo el formato de sabatinas, conversatorios, entrevistas…todo, absolutamente todo montado sobre la propaganda, escondiendo detrás la férrea voluntad de ejercer un poder sin contrapesos, guiado por la voluntad de un líder supremo que sabe, casi por destino divino, hacia dónde enrumbar el destino de la patria. La clásica división de poderes se anula, la nación no existe. Solo el partido conformado por los obsecuentes, esos y esas que están dispuestas a todo por cumplir las órdenes del Jefe. Ay Trujillo que te mató Estrella y te resucitó el Socialismo del Siglo 21! Solázate con Venezuela, con Nicaragua en la que reina el Caudillo y la Prestante Dama, Bolivia y la reelección indefinida, Ecuador y la muerte cruzada, Argentina de la Fernández y las cajas fuerte con dinero sepultado en conventos…
No murieron tantos y tantas, no fueron torturados, exiliados, encarcelados y muertos una y otra vez para llegar a esto, no fue lo que queríamos, Gastamos toda la juventud persiguiendo a la democracia y cuando creíamos que llegaba, aparecen los encantadores de serpientes para decir aquello que hay que pensar y sentir. Resiste Venezuela, resiste, deja atrás tus fantasmas y sale a la calle a pelear centímetro por centímetro por centímetro aquello que creas que es justo y digno.

Hoy día levantan la mano izquierda para saludar el golpe de estado venezolano, pero gobiernas con la derecha. Su corazón al lado izquierdo y la razón a la derecha, de esa manera cínica, creen acallar las voces que reclaman libertades y que estos devuelven con asfalto sucio de corruptela. Hoy saludan a la Sala de la Corte que se autoimpuso la tarea legislativa y de control democrático y seguramente bajarán su mano cuando se desate una guerra fratricida. Su silencio será cómplice de la sombra.
Todo el poder se corrompe a sí mismo, se descompone y genera más violencia. Maduro es ahora todo poderoso, mira a la CIA, al imperio, mira a todos con desconfianza y pone tanques, militares, se parapeta en el discurso y envía a sus hueste en nombre de la revolución. Pero olvida que a la larga el poder es como el agua, se va por entre los dedos, mientras más cierras el puño, más se escurre. Cuando se de cuenta, el país se habrá derrumbado sobre sus hombros y él sólo será un viejecito recordando las glorias pasadas.
Comments